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Planetarium

Planetario

Mi primera labor terminada de 2023 es este segundo gorrito que tejí para Entre-Punts con un diseño típicamente invernal. El patrón se llama Planetarium y está disponible de forma gratuita en la revista online Knitty.

¿Sabíais que Knitty se sigue editando? Cuántas alegrías me dio en mis inicios de tejedora, cuando todo lo que había disponible eran las revistas que te dejaban ojear (pero no mucho) en las tiendas de lanas, donde elegías una prenda (con costuras) y te anotaban un par de indicaciones en un papel. Me alegró mucho saber que siguen al pie del cañón y gratis, como siempre.

Sea Glass Hat

Semáforo rosa

Mi última labor terminada de 2022 es este gorro tricolor tejido con restos de lana de pobres y que se fue a casa de Entre-Punts junto al regalo de cumpleaños atrasado, acompañado de otros dos gorros que publicaré en las próximas semanas.

Se trata del patrón gratuito perfecto para gastar restos Sea Glass Hat de Wool & Pine que podéis encontrar aquí. No era mi primera opción, pero lo tejí a petición del oyente (es decir, de su futura dueña) para adaptarme a sus gustos. Es un gorro básico liso que se trabaja 1x1 y cobra vida al usar una lana matizada o restos de varios colores.

On my needles — Autumn 2022

Ghost Horses

Poco a poco las aguas vuelven a su cauce y la tejedora a sus agujas. Llevo un tiempo alejada del desenfreno lanero y de la obligación de tener siempre alguna labor en las agujas. Aquí en el blog se nota porque ahora dedico más tiempo al punto de cruz y, aunque no se ve, también estoy estudiando latín de forma autodidacta —si tuviera que elegir una sola afición sería esa, mi amor verdadero desde que tengo uso de razón—. Pero ahora que ya ha llegado el frío después de un verano bastante calamitoso, vuelvo a tener ganas y energías para jugar con las lanas. :-)

Baa-ble Hat

Gorrito ovejil

English

Me despido de este año infausto con un gorrito que hace tiempo que tenía en mi cola de proyectos: el famoso Baa-ble hat, o gorro ovejil, que causó furor allá por 2015 y pobló nuestras pantallas, poniéndonos los dientes largos a quienes vivimos en zonas cálidas y no tenemos necesidad de usar gorros de lana, ni nos atrevemos a salir a la calle con algo tan festivalero en nuestras cabezas.