Lanas viejunas |
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Este año no he tejido NADA. O casi nada, si descontamos proyectos que no conseguí acabar antes de nochevieja o que en plena furia de reciclaje he deshecho y planeo rehacer. Tanto es así que no tengo etiqueta de 2017 en Ravelry, y la de 2016 está muy pobre. Y tampoco he publicado cosas que tengo terminadas del año pasado, ni del otro, ni del anterior...
¿Y a qué se debe todo esto? En parte, a la desidia y la pereza que es natural en mí. Pero en parte también a que aún tengo tres bolsas llenas de lanas ocupando sitio y mi conciencia me impide comprar madejas nuevas (y disfrutarlas) mientras tenga la casa llena de restos.